El gran terremoto de Japón de 2011, provocó terribles olas tsunami y un desastre nuclear. Además de las miles de vidas que se llevó por delante, esta tragedia tuvo también un grave impacto en las tradiciones japonesas locales y la cultura regional que se han desarrollado y conservado a lo largo de muchas décadas y siglos.
Japón es un país isla, con una cultura y vida única. La fotógrafa japonesa Yukari Chiruka quiso conservar los restos de la cultura tradicional, bajo su punto de vista. Una de estas tradiciones es Zaido, un ritual que se ha conservado durante más de 1300 años.
En el ritual Zaido, los que dedican la danza sagrada a los dioses son llamados Noshu. Japón es un país lleno de misteriosas leyendas y este ritual también se realiza sobre la base de una de esas leyendas. Un Noshu debe purificarse religiosamente con la abstinencia de carne, una práctica conocida como Shojinkessai. Además, se imponen otras muchas reglas estrictas. Por ejemplo, tienen prohibido dormir con sus esposas durante Shojinkessai y deben evitar la luz en sus hogares. Algunos Noshu tiene que continuar Shojinkessai durante 48 días.
Zaido se ha enfrentado a muchos retos para su supervivencia a lo largo de la historia y a una falta de sucesores debido a la baja tasa de natalidad. En la sociedad moderna, la práctica de Shojinkessai es muy difícil y Yukari Chiruka ha querido expresar su respeto por aquellos que mantienen esta valiosa tradición viva.
Imágenes de Zaido